jueves, 23 de febrero de 2012

Einstein era mal estudiante ¿realidad o mito?


Puedo decir sin temor a equivocarme, que el científico más conocido del mundo es el físico Albert Einstein, muchos son los rumores que giran en torno a la vida del genio, uno de ellos y quizá el más renombrado, es que Albert fue un mal estudiante. Sin duda sus biógrafos coinciden en que Einstein no fue un niño prodigio, es mas aseguran que tardo tanto en aprender a hablar que sus padres temían que fuera un chico subnormal. En su infancia lo describen como un niño taciturno, poco dado a participar en juegos colectivos o a practicar algún deporte.

La hermana de Albert, Maya, que era dos años menor que él, revelaría ya siendo adulta, algunas singularidades del futuro genio; era cuidadoso, metódico y concienzudo, además tenía dificultades para articular las palabras y las rumiaba incesantemente antes de vocalizarlas. Maya alguna vez declaró:

"Albert procedía como si cada palabra tuvieras que arrancársela penosamente de los labios, nuestros padres se desesperaban, pues por mucho tiempo parecía que nunca aprendería a hablar correctamente. Cuando ya había cumplido los siete años, Albert aún repetía tenazmente, en voz baja y para sí, las pequeñas frases que los mayores nos enseñaban. Y no lo tomaba a juego, como yo misma, sino que lo hacía sumido en un profundo asombro ante el mundo nuevo que se abría ante él y que parecía acosar su mente con misterios…"

A los nueve años el niño Einstein se graduó de la primaria, sin haber dado pruebas de un talento por las enseñanzas que la impartían, sus maestros lo describían como atolondrado y extraño. Sin embargo su interés por las matemáticas surgió gracias a su tío que era ingeniero y quien le descubrió su vocación por la ciencia a través de algunos libros.

A los diecisiete años Albert ingreso a la Universidad Politécnica de Zúrich, no sin antes haber vivido un proceso de depresión, a causa de no aprobar su examen de acceso en esa misma institución un par de años atrás, debido a las pruebas en asignaturas de letras.

Algo que me parece interesante, es como Einstein reseñaría su paso por la Universidad, aquí un fragmento de lo que el escribió

"… pero pronto aprendí a percibir lo que podía conducir a un conocimiento más profundo, prescindiendo de todo lo demás, que no hace sino recargar la inteligencia, desviándola de lo esencial. Lo malo era que para los exámenes había que meterse en la cabeza esa balumba de ideas, tanto si se quería como si no. Esa obligación era algo tan monstruoso que, después de aprobar el examen, estuve durante un año sin ganas de reflexionar sobre problemas científicos. Y tengo que añadir que en Suiza se dejaba sentir menos que en otros lugares dicha obligación de abarrotarse la mente, que ahoga el verdadero impulso científico. En total, solo había dos exámenes; por lo demás, uno podía, poco más o menos, hacer o dejar de hacer lo que quisiese. Sobre todo cuando se tenía a un amigo como el que yo tenía, que asistía con regularidad a clases y tomaba sus apuntes concienzudamente. Esto le dejaba a uno en libertad para dedicarse a lo que quisiera hasta unos meses antes del examen; libertad de la que yo disfrute ampliamente, soportando con gusto, y como un mal muy pequeño, el remordimiento de conciencia que ese modo de proceder me causaba…."

Lo que escribió Einstein, describe muy bien lo que todavía algunos estudiantes en los cuales me incluyo pensamos a acerca de algunos exámenes, pero eso será el tema de otra entrada que abordaré en este blog.


Todo lo escrito anteriormente hace pensar que si Einstein no fue un estudiante malo, tampoco fue un alumno excelente. Las notas que obtuvo en la universidad probablemente fueron la causa que dio origen al mito de que Einstein era un mal estudiante, pues en su diploma solo aparecían en su mayoría calificaciones con números iguales al cinco y al seis, este fue el gran error que cometieron sus primeros biógrafos y que etiquetaron a Einstein como un pésimo estudiante, lo que no explicaban era que la escala de calificaciones en Suiza va del cero al seis. Las calificaciones finales que constan en uno de sus diplomas, traducidas de la escala Suiza 0-6 (y que se dan entre paréntesis) a nuestra escala 0-10 son: 9.2 (5.5) en teoría de funciones; 8.3 (5) en los cursos de física teórica y experimental, y 7.5 (4.5) en astronomía.

Esto nos deja ver que Albert Einstein en realidad era un buen estudiante y un genio incomprendido.

El concepto de educación que él tenía queda plasmado en la respuesta a la pregunta que le hicieron en alguna entrevista: ¿Cuál es la velocidad del sonido?; a lo que el buen Albert respondió:

"No lo sé, procuro no cargar mi memoria con datos que pueda encontrar en cualquier manual, ya que el gran valor de la educación superior no consiste en atiborrarse de datos, sino en preparar al cerebro a pensar por su propia cuenta y así llegar a conocimientos de algo que no figure en los libros."


Fuentes:

L. de la Peña, Albert Einstein, navegante solitario

E.G. Camarero. Albert Einstein